
«El espíritu de mi tiempo avanzó y dejó caer enfrente de mí enormes volúmenes que contenían todo mi conocimiento. Sus páginas estaban hechas de mineral» (Carl Jung) Los movimientos del universo dan origen a hechos definidos en la vida de una persona y aunque parezca una paradoja suele ser muy cierto. Estamos influídos por la astrología y cada vez queremos ahondar más y más en ella. Nuestra curiosa necesidad de urgar en su misterio no hace descubrir muchos de los enlaces que tiene con nuestra existencia. Muchos niegan esa similitud pero a la vez se halla atrapados en su misterio. Hoy contemplé este liezo realizado solamente para mí y me sorprendí con él. Todo reunía la simétrica proporción de algo tan natural, atrayente y misterioso como puede ser un volcán, el Teide, silencioso, vestido de blanco sobre el cielo azul. Solamente un detalle se escapó de la creación, su enmarcado. No obstante las piteras, los dragos y las palmeras se sintieron obligadas a rubricar el encuadre perfecto. Cuestión de gusto ¿no es cierto?.