Las cosas pueden pasar de lo peor a lo mejor… en un abrir y cerrar de ojos. Nunca desesperes está prohibido abandonar la esperanza. Vivir es el hecho real más importante que la finalidad de la vida. El negocio de nuestra vida se ha convertido en acumular conocimiento y perder humanidad por lo que el mundo camina a la deriva sin nada a que aferrarse. Sentimos miedo y procuramos fingir por no quedar en ridículo, pero es ese ridículo el que alimenta nuestra falta de decisión y nuestro coraje.
