Esta es Anita, la muñeca que un día mi abuela me dejó. Había vivido muchos años junto a ella y sus hermanos pero aún está con nosotros. Ha conocido generaciones y ha sido acunada por los brazos de muchas niñas. A través de sus hermosos ojos azules nos ha visto crecer y aprender. Hoy disfruta de un sillón para ella sola, recibe nuestros cuidados y mimos y por los años que tiene es especial por su excelencia.
