La decisión de construirlo data del año 1861 pero hasta 1884 no emitió su primer destello de luz el día 1 de febrero de 1890. Con sus cincuenta y seis metros de altura y un alcance de diecinueve millas Juan de León y Castillo dio el referente a los barcos que hasta la isla de Gran Canaria arribaban o que pasaban hacia otros continentes. Fue automatizado en el año 1973. Junto a la playa de Meloneras, en la localidad de Maspalomas y guardando el secreto de sus famosas dunas doradas el faro se erige como el guía de navegantes y como referente de aventureros.