Existen derrotas pero nadie está a salvo de ellas. Por eso es mejor perder algunos combates en la lucha por nuestros sueños que ser derrotados sin ni siquiera saber porqué estamos luchando. ¿Y en realidad sabemos porqué luchamos? Todo fracaso es el condimento que da sabor al éxito. Reconocer lo que de verdad queremos y hacer lo posible por conseguirlo nos llena de energía y sobre todo dota de sentido a nuestra vida. Las personas olvidamos siempre que la felicidad humana es una disposición de la mente y no una condición de las circunstancias. La vida que vale la pena vivir implica correr riesgos, evadirnos de esa segura cárcel de lo que siempre fue así y saltarse el guion que otros escribieron para nosotros. Buscar lo que queremos no es lo mismo que encontrar lo que realmente necesitamos. Existen un lugar donde el hoy y el ayer se juntan, se reconocen y se abrazan. Ese lugar es el mañana. Algún día, en cualquier parte en algún lugar te encontrarás a ti mismo. El verdadero camino, el auténtico viaje del héroe es el que culmina con transformación de alguien en la mejor versión de sí mismo.