«Podemos tener todos los medios de comunicación del mundo, pero nada, absolutamente nada, sustituye a la mirada del ser humano. La vida de cada hombre es un camino hacia sí mismo, el intento de un camino, el esbozo de un sendero. Nunca andes por el camino trazado pues te conducirá únicamente hacia donde los otros fueron» Los senderos son como las «hilanderas de sueños» que trazan el paisaje de nuestra vida, y a nuestra medida. No ambicionemos más  porque nos perderemos. Si nos saltamos algún tramo para intentar llegar antes, terminamos por retroceder, ya que habrá que volver sobre nuestros pasos. La costa actúa como los bordes de un lienzo infinito junto a un mar en calma de otoño, cuando las pequeñas pinceladas de nieve asoman ya por mis altas cumbres. Expandirnos a esa libertad innata del océano nos hará vislumbrar los nuevos caminos no transitados. Descubrir y sintonizar las experiencias desterrando los tropiezos y acabando cada día con esa nueva visión que el inmenso azul despliega frente a nosotros.