Parece que a todos nos llega el momento de rendir cuentas por haber sido «malos». España ya ha llegado a esa última parada en la que los «superhombres protegidos» son sacados de su feudo para dar explicaciones de esas actividades corruptas y delictivas con las que se han ido haciendo de oro. Estamos en esa estación sin salida donde el tren ya no tiene vías para continuar y detrás se encuentra la justicia «QUE POR FIN ESTÁ REACCIONANDO» y poniendo toda la carne en el asador a costa de sus cabezas. Porque la venganza puede ser terrible por quienes se ven ahora despojados de sus fortunas y modos de vida incoherente que siempre serán descubiertos. No hay un político en este país que no se haya salpicado de tanta podredumbre. Nos empecinamos en negar lo evidente y tarde o temprano lo evidente nos deja en calzoncillos. ¡Qué pena señores, esas mentes privilegiadas que tanto saben para convencer y que poco entienden de inteligencia!. En fin que nos encontramos con la maleta en una estación sin posibilidad de seguir adelante porque unos que decían llamarse legales, honestos, morales y listos van encontrando habitación en el hotel «calabozo» por muchos años. Y ahora hay que hacerse la pregunta del millón; ¿Quién será el que se haga con el poder? La suerte está echada y las velas encendidas. Más nos vale pensar que la luz siempre está al final del túnel.