La región de Murcia se esconde muchas veces de la mirada curiosa del viajero. Solamente pequeños trazos nos dan razón de ella y aún así permanece oculta como queriendo preservar todo su encanto. Entre sus pueblos más destacado encontramos Caravaca de la Cruz. En un enclave privilegiado entre Murcia y Granada. Por ella pasaron antiguamente íberos, romanos y musulmanes, dejando una bonita estampa de la ciudad construida entorno a su castillo del siglo XV por la encomienda de lo Templarios. Pero Caravaca es esencialmente «cuidad santa» desde el año 1998 en el que el Papa le concedió la Cruz del Año Jubilar (quinto en el mundo) para poder celebrar el jubileo perpetuo. Asimismo estamos hablando de un lugar para disfrute de la naturaleza. Foto: Josefina Fdez.