Acuario del Oceanográfico, Ciudad de las Artes y las Ciencias, Valencia.
Bajo ese mundo de reflejos y corrientes. Donde la naturaleza se zambulle y la vida se recrea entre arrecifes y peces. Todo un paraíso natural que subyace a las más variopintas sensaciones de respetos, asombro y a veces hasta temor cuando vemos deslizarse sobre nuestras cabezas ejemplares inmensos. Pero todo es un compendio en ese lucernario de agua y de sol, de burbujas y de sueños. Como si se tratase de la vidriera de una catedral donde no se escucha nada pero se oye todo. En ese mundo sin sol que todavía guarda misterios para el hombre serpentean esos caminos sin retorno donde nada es lo que parece y en lo que todo permanece silencioso para ser descubierto.