Vivimos en una época peligrosa. El ser humano ha aprendido a dominar la naturaleza mucho antes de haber aprendido a dominarse a sí mismo. La espontaneidad es ese conjunto de acciones irracionadas presentes en el comportamiento humano. Esos instintos opuestos a la razón y que en ese proceso de evolución del tiempo se libera esa energía que muchas veces es necesaria para recomponer decisiones que se quedan atascadas confluyendo en una serie de conflictos a veces irreversibles. Porque el don de la genialidad entre otras prioridades incluye esa espontaneidad. «La grandeza de la vida se encuentra en la espontaneidad de la muerte» Nunca abandones un sueño por el mero hecho de que te tomará mucho tiempo en conseguirlo. El tiempo de todas formas pasa. Si crees totalmente en ti mismo no habrá nada fuera de tus posibilidades. Las decisiones marcan nuestras vida y en ese periodo por el cual transcurre nuestra existencia muchas de ellas se ven conformadas por una falta de decisión. Detener el tiempo con una mano es de cobardes, nunca el ahora podrá sustituir al ayer y el futuro ya se está creando desde estas líneas. ¿Será correcto lo que hacemos? El mañana no pide permiso solo entra y después se va. Lo que hagamos con él dependerá solamente de nosotros, pero la falta de decisión no nos hará avanzar nunca. William Ward escribió; «La ventura de la vida es aprender» En cada una de nuestras decisiones estamos mostrando lo que realmente somos.