El mes de Diciembre es quizás el mes con más magia de todos. Las luminarias de sus frías tardes hacen de sus cortos días el marco de la ilusión perfecto donde no caben los años, ni los estatus sociales, ni el color, ni tampoco el credo. El símbolo de la luz es común a todos por igual. Como abrir esa ventana a ese otra estancia donde todos podemos disfrutar y crear nuestras propias historias. Párate a pensar por un instante; cada vez que estás cabreado pierdes sesenta segundos de felicidad, porque la felicidad de tu vida depende de la calidad de tus pensamientos. Dentro de veinte años estaremos más decepcionados por las cosas que no hicimos. Así que soltemos amarras. Naveguemos lejos del puerto. Atrapemos vientos favorables en las velas de nuestra embarcación. Exploremos nuevos paisajes. Aprendamos a ver que cuando la magia se hace sueño éstos diseñan la magia. Inténtalo, no te arrepentirás.

Fiesta de la Luces, Lyon. Fotos: Antonia Guerra