Un millón por tus pensamientos. ¿Qué le impulsa a hacerlo?. Cierto es que no sabemos o sabemos bien poco de lo que en su cabeza discurre cuando se sienta sobre la libreta frente a su amo. Pensamiento o casualidad, no sabríamos muy bien que decir, lo cierto es que sabe que aquello es para reivindicar su posesión y no es algo para comer o beber. Esos escribas anónimos que con su voluntad (calculada o no) nos muestran los enclaves de una comunicación no verbal pero muy elocuente. Tus patas se posan sobre la libreta y así te sientes dueña de ti misma y de todo aquello que rodea tu mundo. Un gesto de autoridad suavizada por el mensaje tierno de tu compañía. Quisiera saber que discurre por tu cabecita cada vez que me miras. Tal vez llegásemos a entender muchas cosas que hasta ahora nos tienen perdidos como seres humanos. Tu verdad es tuya y tu actitud también. Respetémoslos siempre, a ellos y a sus derechos.