Todo en la vida tiene algo de belleza, pero no todos son capaces de verla. Lo grande no quiere decir majestuoso, inigualable. Mirar por el ojo de una aguja quizás nos devele mucho más que en la mejor pantalla de televisión. En un grano de arena puede estar contenido todo el universo y en él la respuesta, pero si no buscamos en el interior de las cosas más mundanas se nos escaparán muchas de las cosas más maravillosas, grandes y perfectas que existen. La belleza es el acuerdo entre el contenido y la forma, y grande o pequeño toda persona es un creador si sabe observar el ideal, más allá de sus actos. Nada se escapa a la creación. Todo tiene un porqué de su existencia en el mundo y a veces las cosas más insignificantes son la que más tienen que enseñarnos. Mirando por el ojo de una ajuga podemos encontrarnos con el universo entero, solo que hay que saber mirar.