La Eternidad nos sugiere y nos confiere a interrogarnos a nosotros mismos en muchas de nuestras manifestaciones. Enfrentarnos a decisiones tajantes han de llevar una enorme carga de fortaleza interior y de estima hacia nosotros mismos. A esos conquistadores de esa fuerza ante una toma de decisión que nos aterra pero que a su vez nos hace ser más consecuentes con la vida y también con la muerte. Y en esta última quizás sea la más definitiva de todas. Esa Eternidad que se encuentra en todos y a la que todos somos llamados, donde lo inaccesible es el primer paso para consignar la verdadera naturaleza de nuestro ser más íntimo. Inmarcesible será el cariño de quienes te quisieron y de aquellos que llegamos a conocerte. Para ti Verónica.