«Lo nuevo nunca viene del pensamiento, surge del vacío» (Krishnamurti). Educar no consiste en llenar un depósito vacío sino encender un fuego. La saturación racionalista  por el exceso de información nos indica que estamos seguros, pero ¿para qué?. Nada es seguro. Está naciendo una nueva toma de conciencia y encontrarla mediante nuevas vivencias fomentarán el despliegue de nuestra intuición y nuestra espontaneidad para encontrar esa creatividad que nos llene y nos entusiasme.  Acceder a esos espacios que, lejos de parecernos hastíos, se pueden llegar a convertir en la semilla de ese «nuevo» instante  que está ahí para que lo descubramos y enriquezcamos nuestra propia existencia.