Verte ahí bajo el azul cielo del mes de Diciembre me evoca años de placidez en lontananza de mi mundo. Quizás por eso atribuyo a tu imagen la mayoría de esas pinceladas que dibujan mi historia y hoy velan para que mis sueños no se pierdan en paraísos interestelares y en profundos arrecifes. Sencilla nostalgia de días en calma donde cada tarde es pentagrama de tonalidades y en cada mañana se anudan mil deseos para buscar. Tranquila es tu presencia en ese devenir de otro día que yace sobre la montaña y mira alrededor como un embrujo de otros días por venir. Gigante es tu presencia y majestuosa tu estampa frente a un cielo en azul que encumbra otro mediodía de diciembre.