No todos vemos las cosas de igual manera. Siempre tratamos a adaptar nuestra mirada a lo que realmente queremos ver. En algunas ocasiones no conseguimos ajustar ese objetivo a lo que realmente observamos. Pero sin lugar a dudas siempre existe en ese punto de intersección entre lo que vemos y lo que apreciamos. Un patio en sombra nos muestra ese límite al que no podemos traspasar pero que sí nos permite ver la torre del reloj del Ayuntamiento de Lyon iluminada por el sol del mediodía. Despersonalizar ese enclave que estamos viendo es lo que hará que otros lo descubran a su manera y perfilen aspectos distintos . La experiencia es para nosotros porque «Solo se posee aquello de lo que uno puede desprenderse; de lo contrario no se es poseedor sino poseído»