
Pórtico Catedral de Oviedo
Entrada. Acceso. Siempre hay un antes y un después cuando atravesamos el umbral que nos separa de aquello que nos llama a ser descubierto. Cuando iniciamos un viaje al lugar que sea siempre habrá un cambio en nosotros que apenas apreciamos. Ese momento exclusivo que nos da la opción de satisfacer un sueño, descubrir una realidad o saciar nuestra curiosidad sin más.

Entrada a la Fevriére, Lyon
No hay nada como un sueño para crear un futuro. Existen mil maneras de atravesar la línea fronteriza entre ese sueño y lo que nos espera detrás. Yo lo llamo entusiasmo, ilusión, ya que sin esos componentes jamás existirían retos a los que enfrentarse. No todo es llegar y besar el santo como se suele decir. Es sencillamente cambiar nuestra vestimenta por la que se nos brinda al llegar y hacernos sentir bien con nosotros mismos. Sumergirnos en ese estadio nuevo que aunque no lo creamos nos cambia.