Abril: se abre a la vida tras la hibernación de la naturaleza. Los animales salen de sus nidos para festejar ese renacer en la luz. Los claveles se tiñen de sus más bellos colores y nos brindan las visiones más bellas en sus combinación atrevida de tonalidades. Flores blancas mezcladas con alpiste y endulzados con miel de abeja para regular la tensión efervescente de esa primavera que nos engulle y nos inyecta vigor y alegría.