Estamos frente a la revolución de las gallinas. Se habla de todo y de una manera desmesurada. Ahora cuestionan si las pobres gallinas sufren. No nos estamos desviando muy mucho de todo lo racionalmente demostrado. Los mercados son una buena fuente de enseñanza frente a todo lo que intentamos cambiar a favor de unas ideas o de unos intereses. Y se armó el jaleo porque alguien que no tenia otra cosa mejor que hacer se le ocurrió tal cuestión. ¿Díganme ustedes si esos huevos pueden haber sido puestos por gallinas, patos, avestruces en estado de shock? El ocio es el alimento de la confusión y de las malas ideas. Cuando nuestra mente no tiene en que ocuparse hay que inventarse lo que sea para llamar la atención. Y ahora yo pregunto la tan famosa frase ¿qué fue primero el huevo o la gallina? Ni saben ni contestan seguro. ¡De locos! No dejen nunca de visitar los mercados. Son una visita puntual en cualquier lugar del mundo al que viajemos.