

Mientras el sol en su decadencia borra frente a nosotros cualquier tipo de enfrentamientos. Al compás la naturaleza respeta y por tanto la humanidad debeía hacerlo de la misma manera. Dos astros como dos géneros que el uno sin el otro no son nada y sin embargo estamos haciendo de ellos la eterna batalla. Como el día y la noche, como la luz y la oscuridad nos muestran a diario lo inconmensurable de la vida en todas sus connotaciones.