
Ser payaso es un estado del espíritu pero también un oficio. Hoy son muchos los que se han graduado en este arte lo que sucede es que no llegan a la altura de aquellos que lo daban todo encarnando su propia vida. Tras la careta se esconden historias verdaderas que llenan de sensibilidad a aquellos que gustan de acercarse a los espectáculos de siempre con la ilusión de siempre. Pero ahora la careta de payaso se ha puesto muy de moda entre los chantagistas y mentirosos. Los cobardes y los que jamás han sabido aceptar las cosas y han querido ir por la vida escondiendo sus acciones y simulando ante el mundo que con ellos todo va bien. Triste es la historia del clown como para querer ser como ellos. Cuando las palabras te hacen cómplice y las mentiras te degradan. ¿Estamos seguros de que tras la sonrisa felíz del payaso no se esconde la otra cara de la verdad?Ese arte de darse a sí mismo es la esencia del clown y lo demás es pura parodia.