
En nuestra vida hay momentos en los que por encima de todo tenemos que mantener nuestra firmeza en las decisiones. Es la sabiduría que lleva nuestro cuerpo intelectual. Porque la inteligencia está en todas partes y al igual que sucede con el aire que respiramos nos hallamos bañados de ella. En ese sistema operativo de la percepción consciente es el timón por el cual dirigimos nuestra voluntad firme de nuestras maneras de actuar. ¿Podemos elegir nuestras decisiones y ser consecuentes con esa firmeza que nos implusa a actuar? La consciencia es mucho más grande que la suma de todas sus partes y por ello el equilibrio es la constante hacia el resultado de las mismas. La hormiga utiliza toda su energía porque realmente sabe que puede lograr lo que se propone. No duda de ello y aguanta el tiempo necesario hasta conseguirlo.