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Acerca de HANAH VALENTÍN

Escritora.

Cleptocracia y plutocracia

La cleptocracia o el dominio de los ladrones es el establecimiento y desarrollo del poder basado en el robo de capital, institucionalizando la corrupción como algo natural. También el nepotismo y el clientelismo político se ha posicionado dentro de nuestras instituciones como algo normal del que solamente se pueden beneficiar unos pocos. El dinero es blanqueado y enviado a paraísos fiscales, ya sea en aviones privados, maletas o intercambio de favores personales. La naturaleza sigilosa de la corrupción, el secretismo de las identidades y las falsas denuncias son las leyes que imperan hoy en día en el mundo.

La plutocracia emerge cuando el poder político está en manos de los más ricos y las grandes corporaciones. Cuando los líderes se enriquecen a costa de los recursos públicos socavando el desarrollo económico y social de los países. Cuando nada es suficiente. Schopenhauer dijo:» El ser humano va de la frustración de no satisfacer un deseo al aburrimiento de haberlo cumplido». Lo que preocupa esclaviza y hace víctimas del miedo a quienes ya no encuentras donde esconderse. Intentan tapar sus presencia pero ésta se hace cada vez mayor invadiendo todo aquello que le rodea. Cuando la mentira y la sinrazón esculpen tu día a día, lamentablemente llega el momento en el que la desesperación crea en ti los fantasmas de la huida y el tropiezo de tus pasos.

Campamentos digitales

La mejor formación gratuita en competencias digitales es la definición que alberga dicho contenido. ¿Nos hemos parado a pensar si disfrutar al aire libre es un error? Creo que no. Estamos en la recta final del curso escolar y por tanto habrá que buscar el pasatiempo perfecto para tener entretenidos a los niños en estas interminables vacaciones de verano. Dos meses de angustia y desesperación para muchas familias. ¿Qué podemos encontrarnos dentro de unos años con estas conductas egoístas y cómodas que intentamos imponer a nuestros hijos? Toman el sol pero sus ojos continúan pegados a una pantalla como el resto del curso escolar mimetizando sus ideas, su libertad de expresión y sobre todo su vacío intelectual porque ya todo está dado. ¿Estamos haciendo bien privándoles de esas experiencias únicas que solamente ellos podrán descubrir por sí solos? Aquellos veranos sin culpa donde todo parecía estar permitido, donde parecía perfecto a la hora de vivir experiencias creadas por nosotros mismos que nos harían crecer de manera sana y natural. Viajes programados sobre un plano de carreteras en los que había de todo menos GPS. Complicidad, ganas de estar juntos y más que nada vivir esos días conociéndonos mejor, aprendiendo de nuestros contratiempos y versificando toda una serie de etapas que una simple tableta de ordenador jamás podrá hacer por nosotros. Dejemos de programar nuestra vida porque la vida se programa sola y sin tanta tecnología. Procuremos que los niños de hoy vivan, huelan, se ensucien y descubran que bajo sus tenis hay toda una enciclopedia de asignaturas pendiente que les proporcionaran mucho más de lo que una plataforma digital pueda hacer por ellos.

Las relaciones personales serán el pilar de su aprendizaje. La gratuidad de estos campamentos será el verdadero regalo que podamos hacer a nuestros niños. Lo demás todo es enriquecimiento y aislamiento social.

Estulticia

Condición inherente al ser humano y que ya fue estudiada en la antigüedad por filósofos y pensadores destacados. Fue precisamente el filósofo Erasmo de Roterdam quien desarrolló el concepto en profundidad. Por desgracia son muchos los que se comparan con el filósofo y no para definir su verdadero significado sino para atacar verbalmente desde su poder y enmascarar muchos de sus deslices. En el ensayo «Elogio a la locura» se aborda la insensatez y la locura en tono satírico. Las corralas y los mercados se nutren hoy entre la clase política haciendo suyos muchos conceptos cuando ni siquiera son capaces de verbalizar sin un texto ya redactado no por ellos sino por el de turno que debe inclinar su cabeza ante la demanda. Pero ya ha llovido demasiado desde que Erasmo de Roterdam nos dejara para ahora hacer encaje de bolillos haciéndonos ver que sabemos «un poco» de historia pero nada de moralidad ni disciplina. ¿Qué diría el filósofo? Tal vez escondería su cabeza debajo de la capa al observar la marcha atrás de la humanidad y la vileza tan detestable de sus gobiernos. En estos casos las venganzas son terribles porque donde nada hay, nada podremos encontrar que valga la pena. Cuando la cosecha se pierde habrá que arrancar las malezas para que brote nuevamente, pero eso ya es mucho pedir ¿no creen?

Molinos de la Mancha

De repente, sin apenas anunciarse aparecieron los gigantes que según Don Quijote comenzaría una batalla entre el personaje y su fantasía. Tierra de gentes que abrazan al visitante y gustan de mostrar sus campos, sus viñas, su esencia infinita que aún a día de hoy culebrea por sus calles empedradas y sus castillos. ¡Qué mejor castillo diría el hidalgo caballero al enfrentarse a tal maravilla!

Con sus aspas al viento de la tarde evocan el sonido de tantas historias, de tantos sueños y de tanta magia, que se hermanan en un tiempo donde de alguna manera u otra hemos cincelado algunos juegos de la infancia.

Caminantes

Caminante. En libertad se escribe el camino para elegir el lugar, la compañía y un porqué para avanzar. Rodando las interminable llanuras de Castilla -La Mancha el colectivo Caminantes de Aguere, de Tenerife, ha vivido unos días en sintonía con el paisaje, el buen beber y el no menos placer de sus productos de la tierra. Momentos que permanecerán en la memoria y que alimentarán nuevos proyectos para seguir caminando, para continuar creciendo.

«Cuando viajes no dejes que nada te desanime, hasta una patada en el culo te empuja hacia delante»

Nada es lo que parece

Sin embargo todo tiene su explicación. Cuando cuestionamos lo que no nos gusta es sin lugar a dudas porque estamos huyendo de nuestros propios miedo. El eje de la bicicleta gira y gira sin parar porque trata de esquivar al viento que se cuela a través de sus varillas mordiendo esa huida del tiempo, la lejanía y el camino. No estamos preparados para que la verdad salga a nuestro encuentro ni tampoco la mentira porque en el rodar se escapan muchas de nuestras decisiones. Nada es lo que parece y sin embargo ese velo que revela nos muestra claramente que estamos huyendo de la verdad, de nuestras palabras y de nuestros actos por mucho maquillaje que pongamos en nuestras explicaciones. Nada es lo que parece porque estamos cansados de repetir la misma sinfonía del entresijo y la manipulación. Cuando la verdad existe nada puede hacerla cambiar ya que siempre saldrá a nuestro encuentro. Entre palabras y gestos se tejen muchos diarios. Textos inacabados que jamás se concluyen. Burlas gigantescas de una condición humana que apesta y concluye siempre con la misma palabra «bulo». Los bulos se alimentan principalmente de la falta de información y del engaño consecuente a tantos despropósitos que a la larga ya caminan solos por senderos desnortados en busca de alguien que les preste atención. Por eso yo pregunto a la sociedad «Si quieres alcanzar la grandeza deja de pedir permiso». Da un paso adelante y camina al unísono de las ruedas de la bicicleta. Deja fluir el aire entre sus varillas y no descuides los márgenes de tu camino.

Leer. Verbo transitivo

¿Por qué leer? La lectura es la interpretación del significado de algún tipo de información o idea en un soporte y trasmitida mediante algún tipo de código (visual o táctil). Entre los muchos beneficios que la lectura nos aporta tenemos la creatividad, las relaciones con los demás, la toma de decisiones etc. Es como llevar nuestro cerebro a un gimnasio. Debe gustarnos lo que leemos y sentirnos atrapados entre sus renglones procurando establecer una sintonía entre nosotros y el mensaje que subyace de las palabras. El día 23 de abril se festeja el Día del Libro, de la industria editorial y de la propiedad intelectual. promovido por la UNESCO el 15 de noviembre de 1995. Supuestamente se eligió esa fecha por la coincidencia de que los grandes de la literatura universal fallecieron dicho día. Hablamos de Miguel de Cervantes, Garcilaso de la Vega y William Shakespeare. Vuelvo a preguntar:¿Por qué leer? Sin lugar a dudas porque nos hace sentir felices.

Feliz día del libro

El legado de una sana conciencia

Jorge Mario Bergoglio, el Papa Francisco, daba por terminada su misión en la iglesia católica comprometiendo al mundo de continuar su labor. Como bien decía «el mundo se ha olvidado de llorar» porque «Los derechos humanos se violan no solo por el terrorismos, la opresión y los asesinatos, sino también por las estructuras económicas injustas que originan grandes desigualdades» Descanse en paz.

Destino

¿Qué es el destino? ¿Existe la certeza de que estamos en el camino idóneo? ¿Somos capaces de representar esas coordenadas que se nos muestran para hacernos vulnerables ante deseos caprichos y devastadores que al son de unos intentan doblegarnos? Ese destino incierto del que nada se sabe pero del que todo se intuye transforma la realidad en una partida de ajedrez mortal en la que ganar no es todo. Destruir es su misión. Al destino no le vemos, es invisible pero si que sentimos su respirar junto a nosotros. No volvamos la cara hacia lo que nos deslumbra, miremos solamente a través de su lenguaje. Todo tiene un comienzo y distraer nuestra atención es el camino más fácil. El destino lo escribimos cada vez que pensemos en nosotros mismos. Lo demás es humo. Somos los arquitectos de nuestro destino. Si no sabes hacia donde se dirige tu barco ningún viento te será favorable.

GAROÉ, el árbol del agua

Garoé, en la lengua amaziq significa río o laguna. También conocido como el árbol Santo o Sagrado. Se encuentra en la isla del Hierro y en el pequeño pueblo de San Andrés. Se dice que fue el salvador de los bimbaches, primer pueblo del Hierro que estaban condenados a morir de sed. A causa de un huracán en el siglo XVII el garoé original cayó derruido y en su lugar se plantó un Tilo. La magia de ese fenómeno natural de la lluvia horizontal hacen de la Ruta del Agua un lugar místico. Junto al Barranco de las Matas y a la montaña de la Pelota se halla el Garoé.

La alegría de ser imperfecto

Ser imperfecto es ser nosotros mismos. La imperfección es la huella que nos identifica de los demás haciéndonos auténticos. La perfección no existe. Ser imperfecto no es un problema, castigarse por ello sí. No se puede llegar a la imperfección sin al menos haber cometido un error, ya que un error es la oportunidad que se nos brinda de hacerlo de otra manera. Cuántos son los que caminan en busca de esa perfección y pierden sus días como el agua que se escurre entre nuestros dedos. Quizás lo que es imperfecto para unos para otros no lo es. Ahí encontramos la diferencia entre aquellos que no se conocen a sí mismos y los que miran a su alrededor para no cometer error. Arduo es el el futuro de los que creen gozar de esa perfección que cada día recorta la verdadera belleza de su yo más profundo. El vacío, ese espacio frente a mí que susurra y complace. Sonriendo asiente con su enorme belleza y sin cuestionar la perfección de lo que ve. Solamente se siente y hace que no renuncie a esas experiencias que me piden poco, que me piden una pérdida de amplitud porque mi espacio es suficiente para abrazar ese vacío, ese elogio a la no dualidad de las cosas ni de las personas. Somos únicos e imperfectos. El trato diario con el vacío es dejarse instruir por el mismo vacío.

Mover la silla

Cuando las posaderas y los estómagos agradecidos llevan una relación perfecta es muy difícil que abandonen esa silla que les hace los amos del mundo y los reyes de mambo. ¡Cuántos se apoderan de dicho mueble y ni a porrazos se les logra levantar¡ Pero la suerte es muy caprichosa y el destino puede llegar a hacerles pasar un mal trato. Eso sí, elucubraran y retorcerán todos los argumentos que les vinculan para hacernos creer que los equivocados somos nosotros. Y ahora con la guerra y sin soldados preparados, porque desde los soldaditos de plomo de la infancia no han tenido contacto estrecho con una verdadera invasión. Menos mal que la invasión es solo de emigrantes que un día dirán: qué hacemos aquí y crearán su propio país sin que nadie los detenga. Igual que abejas en panal de rica miel, como lo es el Congreso de los Diputados, y que a todos mantiene el dulce sabor de echar mano de lo que sea y si sobra algo también para ellos. Las mentiras caen desde el techo a la primera declaración de los asistentes que más tarde corroboran sus deslices con toda una serie de dimes y diretes que estropearán más el problema. Con las narices encendidas y la gargantas rasgadas de tanto griterío nadie se salva del espectáculo. Pero las sillas están ocupadas, igual que los pisos de quienes trabajaron toda su vida para hacerse ese refugio a la hora de jubilarse. No importan las personas, solo los logros. Y esto es mucho más grave que un guerra.

Avivando el miedo

No por eso deja de ser curioso el que todos estemos creando un ambiente de miedo por las influencias a las que nos vemos sometidos cada día. Miedo sensación desagradable frente a lo desconocido. Los torrentes de información alimentan las páginas de las noticias con el fin de ser el que más miedo nos cree. Esa arma de doble filo que muchos utilizan para hacernos creer que todo está bien o que sus afirmaciones son las verdades que estamos deseando escuchar. Y yo frente a tanta absurda obediencia de quienes contemplamos a un mundo que se parte y se deforma añado. ¿Qué vamos a hacer con tanto emigrante que llega a nuestras costas? ¿Seguiremos dándoles amparo teniéndolos de un lado a otro de nuestras ciudades como parásitos? Hasta el punto de que albergues y hoteles llenan sus habitaciones por falta de un espacio digno. Vamos a estar colgados de las decisiones de aquellos que en nada se implican pero quieren ser solidarios. Nada de esto cabe ya en esta sociedad ambigua y taciturna donde cada vez más nos hemos ido acostumbrando a no ver niñas ni mujeres emigrantes por las calles. ¿Dónde están esas embarazadas, esas niñas de corta edad que sí que viene en los cayucos? Todo se reduce al silencio, a la mala gestión, al paseíllo por Europa y al cerrar fronteras para no implicarse en nada. Ejércitos de marroquíes, de musulmanes y de cualquier culto que se cuelan en nuestro país con un puñado de sueños o con esa condición de vulnerabilidad frente a las mafias. Avivar el miedo para no perder. ¿Perder el qué? El poder. El enemigo de todas las culturas y de todas las civilizaciones. Mirando al norte perdemos de vista el sur, menos mal que todavía no hemos abierto la caja de pandora y nos descubra todo lo que ya se ha escrito, firmado y decidido por nuestros gobernantes. A partir de ahí «no hay retorno».

Vida y libertad

Hay que partir de la hoy indiscutida e indiscutible premisa de que se trata del derecho más originario y primario del hombre. El derecho a la vida es inherente a la persona humana. La dignidad de la persona se funde en su ser. Es un «quién» y no un «qué». Lo es siempre, desde el momento de su nacimiento hasta el momento de su muerte. Es un ser para la eternidad y su valor no depende esencialmente de lo que tiene sino de lo que es. El movimiento migratorio que sufre nuestro país y más especialmente en Canarias está poniendo al hombre como un ser molesto, invasor de nuestra tierra y de nuestro futuro aún a sabiendas de que en la historia de nuestro país los movimientos migratorios fueron el escape y el futuro de varias generaciones. Dos mares unidos en un punto en común se convierten hoy testigos mudos de muchas vidas que se pierden en sus aguas o que a duras penas logran abrazar un trozo de tierra segura. La libertad del hombre a moverse en busca de un futuro es ahora mismo el yugo que la sociedad impone mucho antes de zarpar en esas barcas que muy pocas veces llegan a su destino. Las mafias oportunistas que viven de la sangre del que huye se vanaglorian de sus hazañas creando caminos inciertos sin visión de un futuro mejor. No queremos mirar y sin embargo todo pasa frente a nuestros ojos para llegar a hacernos más cómplices de ese éxodo que cubre gran parte de nuestro planeta. El mar escribe historias aunque jamás lleguen a tierra. En su esperanza se funden si es posible las manos amigas que se les tiende aunque nunca lleguemos a ser lo suficientemente valientes para ponernos en un cayuco frágil y sucio y salir al océano en busca de una nueva vida y libertad.

Tierra Verde

Groenlandia, isla en la zona nororiental de América del Norte, entre el Océano Atlántico y el Océano Glaciar Ártico. Políticamente es constituyente del reino de Dinamarca. «La isla más grande del mundo» y en la actualidad está en boca de todos por temas geopolíticos. Hasta ayer poco escuchábamos de ella pero ahora estamos ante una admiración corrosiva de muchos que buscan enriquecimiento de sus entrañas. Por un lado buscamos frenar el cambio climático pero por otro lado nos va el afán de riqueza y destrucción. Cuando en el año 982 el marino y explorador vikingo noruego Erik el Rojo, 950-1003 debido a que había sido proscrito de Islandia por asesinato, navegando hacia el oeste descubrió una enorme isla a la que llamó Gronland y cuyo significado es «tierra verde». Los inuits es el nombre genérico de los grupos humanos que habitaban la isla. Los paraísos perdidos del planeta requieren un respeto y una conservación. Si todos buscamos saciar nuestra sed explotando los recursos de la naturaleza estamos cavando nuestra propia destrucción. Mirar con curiosidad lo que ésta nos muestra y no el reclamo de hacer lo que nos apetezca. Enfrentar a los pueblos intentando privarles del suelo que pisan es un delito. Muchas zonas verdes están transformándose en desiertos y demasiadas civilizaciones se ven obligadas a vivir huyendo. La tierra nos da para vivir y no para ser explotada. El poder intoxica tanto que termina afectando el juicio de los dirigentes. (Síndrome de Hubris)

Escucha

Escucha…haciendo partícipes a los demás de las palabras del mar. Del resurgir de las olas y del palpitar de la brisa. Vacío. Sonriendo, el vacío asiente con su enorme belleza. Vacío, espacio frente a mí. No renuncio a él y a sus experiencias. El trato diario del vacío es dejarse instruir por el vacío. Escucho ese silencio al que vuelvo, a ese lugar conocido de siempre y que por muchas primaveras que se fragüen frente a mis ojos siempre descubriré ese destello único de lo no descubierto. Esa compañía de algo envolvente donde todo se ha dicho. Al otro lado del mar se oirán mis palabras, por muy lejos que esté porque nuestra existencia está involucrada en este proceso. Es paciencia perfecta. No anticipa ni retarda, simplemente deja suceder.

¿Qué es lo que queda?

Muchos nos hemos hecho esa pregunta pero lo cierto es que apenas sabemos la respuesta. ¿Qué es lo que hemos perdido? Nos parece algo tan usual y sin embargo cada uno de los pálpitos de nuestra vida están vinculados a ello y tienen un lenguaje distinto. Carecemos de valor porque ya no nos asusta nada de lo que vemos. Ahora y más que nunca contemplamos la muerte y apenas nos sobrecoge. Hemos renunciado al «saber». El don que a nadie se nos prohíbe y sin embargo nos da pereza sumergirnos en él. Qué es lo que queda?. Esa marca imborrable y que jamás podremos borrar, el recuerdo. Esos compañeros de nuestra vida que lo dieron todo por nosotros y que ahora apenas recordamos de lo que aprendimos de ellos. Hay otros momentos que nos motivan porque la vida es un tren en marcha sin posibilidades de apearse. Demasiadas experiencias pero muy pocos recuerdos ya que estos se guardan y las experiencias son efímeras si nada sacamos de ellas. ¿Qué es lo que nos queda hoy? Rencillas, enfrentamientos y muy poca reflexión. Los recuerdos sobrevuelan sin detenerse porque no hay tiempo para ellos, son cosas de un pasado que ha estado entre nuestras manos y hemos terminado por hacer trizas de todos ellos. Lo que queda es; miedo, mucho miedo.

Marzo y los estorninos

Apenas el mes de febrero ha desaparecido en el camino de las estaciones, el mes de marzo rompe con todos los esquemas abriéndose paso a un nuevo renacer. Marzo, nombre latín de Marte, dios de la guerra y donde el aguamarina y la piedra de sangre resurgen en una conspiración natural a los ojos del hombre. Un hombre que apenas siente ya la poderosa llamada de ese renacer a la experiencia, al bullir de nuevas sensaciones y al verde esperanza que se marchita día a día contaminado por las geopolíticas devastadoras donde no cabe un ápice de cordura ni un deseo de encontrar paz. Marzo barrunta tiempos de difícil solución en un planeta cansado y sucio al que apenas dejamos respirar. En el cielo he visto las bandadas de estorninos que cruzan como cada año la atmósfera iniciando nuevos rutas de un hemisferio a otro para crear sus nidos y que cada vez les cuesta más encontrar el rincón adecuado. Con sus coreografías realizadas con la más bella sinfonía nos recuerdan la poderosa y vibrante esencia de la vida misma. Únicamente que ya no miramos al cielo ni percibimos de sus sonidos. Nos hemos sumergido en lo oscuro y la vida sin luz carece de sentido.

«Quienes no ven más allá, al no ver, tampoco sufren por ello»

Poetas de la diversión

La fiesta de las carnestolendas ha hecho su aparición a pesar de que el mundo en el que vivimos se tambalea cual barquito de papel frente a la incertidumbre que azota a la humanidad. Pero la diversión existirá mientras que el mundo sea mundo y los hombres traten por unos días de diversificar los problemas y de alimentar los sueños. Como poetas de la diversión se apoderan de calles y plazas construyendo versos, pasodobles o simplemente alguna que otra manifestación de descuerdo frente a los problemas. Nada hará cambiar al hombre mientras exista la poesía, la música o simplemente el pasacalle lleno de colores futuristas que alegren nuestras miradas. El carnaval se apodera de nuestras vidas y aunque parezca irrisorio todos tenemos un momento para expandir y hablar de aquello que sin una máscara no seríamos capaces de mostrar.