Zamunda es una país imaginario que un día se convirtió en el lugar más visto en las pantallas cinematográficas. Hoy Zamunda existe, aunque no queramos porque muchos vemos reflejados en aquel personaje de ficción a nuestros gobernantes. Personas extremadamente inteligentes que se ven condicionadas por un puñado de asesores, ministros y consejeros que lo único que pretenden es sacar beneficio propio. Nada más lejano de lo que muchos creen son las conclusiones que dichos gobernantes hacen llevar a cabo desde ellos mismos. Como si de un desfile de «gigantes y cabezudos» que sobresaliendo sobre los demás son dirigidos desde su propia organización interna. Sigue leyendo
El Príncipe de Zamunda
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