Uno más de la casa

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Volvemos de las vacaciones y nos encontramos con la rutina diaria. Atrás quedaron los día de fiesta y reposo junto al mar. Algunos miembros de la familia ya no volverán a estar con nosotros porque les dejamos en una carretera sin nombre o un rincón deshabitado. Su recuerdo está todavía con nosotros pero su presencia se halla muy lejos. Los animales de compañía son y deben ser siempre «uno más en la casa»

Las estadísticas son aterradoras y casi no hacemos nada por evitarlo. Se nos tacha de locos a muchos de nosotros por «quererlos y cuidarlos» ¡Qué vacíos estamos cuando no somos capaces de estirar nuestra mano y darles una caricia! Serían interminables las historias para contar y creo que hoy no es el momento!. Empezamos una nueva etapa y en este otoño que ya viene hacia nosotros siempre podremos encontrar un buen momento y una buena razón para hacer de «ellos » uno más de la casa. «»Los hombres han olvidado esta verdad, dijo el zorro, pero tú no debes olvidarla. Eres responsable para siempre  de lo que has domesticado». (El Principito). El ser humano olvida con frecuencia que dentro del esquema evolutivo planetario el reino animal está solo a un escalón por debajo del reino humano. Los animales son seres vivos. Considerando que todo animal posee derechos y que el abandono y desprecio de dichos derechos han conducido y siguen conduciendo al hombre a cometer crímenes contra la naturaleza y los animales. Dicha declaración fue adoptada por la Liga Internacional de los Derechos de los Animales en o 1977.

Amigos

Estamos acostumbrados a llamar «amigo»  a todo aquel que conocemos, nos llevamos bien y nos gustan las mismas cosas. Pero que lejos estamos de la palabra «Amistad».

jumentos

Jumentos en una hacienda sevillana./HANAH VALENTÍN

Podemos conocer a infinidad de personas a lo largo del día pero de entre ella ninguna es nuestro verdadero amigo. Para serlo ha de pasar tiempo. Ha de madurar esa relación y nunca confundirnos con la elocuencia que muchos nos regalan a la hora de conquistarnos. Un amigo jamás necesitará de una palabra tuya para saber como te encuentras. Si un amigo te habla duramente es porque siente que estás en peligro y trata de hacerte reaccionar a tiempo. A veces no sabemos el bien que nos hace y tratamos de hundirle por sus consejos. ¡Qué lejos estamos los dos! Un amigo lo es todo y la palabra amistad hay que luchar siempre hasta el final. Recuerdo una bonita historia de amistad que descubrí hace años. «La de Platero y yo » , aquel burrito que nos presentaba el escritor Juan Ramón Jiménez y que llenó tantas tardes de la infancia  que me demostraba una vez más  que los amigos son,  no se les tiene, ya que la amistad no puede ser comprada jamás.