La Villa de La Orotava vive hoy su día grande de las Fiestas Mayores, con la exhibición de alfombras de flores y del gran tapiz de arenas del Teide de la plaza de las Casas Consistoriales, y que se inspira en esta ocasión en la Misericordia, para evocar el drama de los refugiados y expresar su reflexión religiosa sobre pasajes bíblicos. Una tradición que se remonta a 1847 desde que la familia Monteverde confeccionara su primera alfombra.
Un total de 36 alfombras confeccionadas por colectivos y familias de la Villa como ya es tradición (20 tapices, 15 corridos, más el magno tapiz de la Plaza del Ayuntamiento), según datos facilitados por el Gabinete de la Alcaldía.
La historia de las alfombras de La Orotava se remonta a 1847 cuando algunos miembros de la familia Monteverde, bajo la inspiración de Leonor del Castillo, hicieron una alfombra de flores para festejar el paso de las Andas del Corpus frente a su casa particular.
El único material empleado en estos tapices de la calle, auténticas obras del arte efímero, son las flores, sus pétalos, material vegetal y mucho brezo picado que se aprovecha para tapizar los márgenes de la vía. Los metros cuadrados de calle que se cubren son unos 5.500 metros cuadrados y se calcula que participan más de 1.000 personas, adultos y niños, en la confección de estas alfombras, de los que 500 son socios de la Asociación de Alfombristas Villa de La Orotava, y el resto amigos colaboradores.
Los alfombristas villeros trabajan desde meses antes en el diseño y elaboración del boceto. Unos días antes de las fiestas se traen grandes cantidades de flores de todas clases, y se inicia el proceso del deshoje de las flores, trabajo que realizan especialmente mujeres de la Villa. Este año se cuenta con cerca de un millar de cajas. Entre las flores multicolores utilizadas hay rosas, crisantemo, claveles, clavelón, flor de mundo, flor de plata, geranios, margaritas, retamas, retamón, siemprevivas, vinagreras, verodes, miltón, violetas.
La Aresta
La Aresta es el nombre que se utiliza para llamar a las diminutas hojas del brezo. Se utilizan en tres tonalidades: verde, marrón y negro. Para sacar la tonalidad del negro es necesario tostarlo a una elevada temperatura y sacarlo antes que se queme para que no se convierta en ceniza. Es un trabajo que ingrato y poco reconocido, pero necesario. Este proceso se realiza, generalmente, tres semanas antes de las fiestas. El olor que desprende se impregna por toda La Orotava, lo que anuncia que se avecinan las fiestas. Sigue leyendo